CINEGÉTICA 2025 y Certamen Literario Antonio Mata.
Este fin de semana ha tenido lugar la Feria CINEGETICA en Madrid, donde los principales armeros, organizadores cinegéticos y demás sectores del mundo de la caza se dan cita cada año.
Llevaba tiempo sin visitar dicha feria y ya tocaba pasarse y ver alguna de las novedades del sector...![]() |
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Siempre se encuentra algo que regalar |
Además este año en dicha feria se celebraba el I Certamen Literario "Antonio Mata". Decidí participar en dicho certamen con un pequeño relato que os muestro a continuación...
EL CARIÑO A MI PERRO
A la hora de narrar sobre el mundo cinegético, no se me ocurre mejor tema que contar algo sobre nuestros perros. Lo que deja más huella en un cazador son los lances vividos con su perro. Un cazador que se precie de serlo en su vida habrá tenido al menos un perro que le haya marcado. Seguramente compare al resto de perros que tenga después de este. Tengo la grandísima suerte de cazar con un springer spaniel y espero que siga dándome alegrías muchos años más.
Once años, que en la vida de un perro es mucho, tiene As, el springer spaniel al que me refiero. Nunca he tenido tanto vínculo con un perro como con este. No creo que tenga otro perro que le llegue a la altura, ya no solo en su calidad como perro de caza, sino a su altura en nobleza y apego constante hacía mi. En cada salida al campo As está pendiente de mi, observándome en cada movimiento y sin apenas tener que ordenarle, este busca incansable conejos y otras piezas que ponerme a tiro de mi escopetilla del calibre veinte, siempre a distancia de tiro.
Más de un día me han reprochado que le dé algo del taco que comemos durante un día de caza:
- ¡No le des jamón al perro!
Siempre les respondo lo mismo:
- Si alguno de los aquí presentes merece comer jamón, ese es As.
Para intentar describir o intentar reflejar como es mi compañero "de cuatro patas" en mis salidas de caza, voy a compararlo con otros aficionados "de dos patas" a la caza. Comparando pequeños detalles del día a día.
As es el más trabajador, más tenaz y más agradecido de todos, humanos y no humanos, con los que he cazado. Disfruta contigo cuando te trae ese conejo, torcaz o azulón recién abatido. No mostrará un gesto de egoísmo durante la acción de caza. No sé si As sabrá el concepto de esta palabra pero por sus actos te demuestra con creces que en la práctica no lo es. Hoy día en el mundo de la caza es de agradecer la ausencia de egoísmo. Por desgracia en este gremio hay "amigos" que te preguntan: ¿dónde viste la becada? y uno que es ingenuo:
-Pues en "El Palancar", en el zarzal junto al arroyo".
Vuelves a la semana siguiente a ver si As vuelve a levantarte esa esquiva becada y no la ves. Se habrá ido, piensas, este es un lugar de paso y vete a saber donde estará. Pero no, el mismo que te preguntó, no perdió ni un minuto en quitarte esa becada, como más tarde te comentarían otros, no el "ladronzuelo". Gente que pregunta y pregunta, pero luego no suelta prenda al comentar las jornadas cinegéticas. Ingenuo, que soy un ingenuo.
As siempre que cazamos, como comentaba antes, observa atentamente mis movimientos y lacea delante de mí, haciendo pausas mirándome, y parece que piensa: "A ver dónde está este, que va a salir el conejo y no se va a enterar". Igualito que muchos "humanos" que te cortan la mano, corriendo hacia esa esa zarza donde parece que hay algo.
Otra virtud que admiro de As es su total menosprecio hacia la caza mayor. Muchos dirán: "pues muy mal". ¡Pues no! y me explico: en otras razas, podencos por ejemplo, durante la caza menor no dudarán en perseguir a un jabalí con el que han topado buscando conejos. As, pese a haber sido testigo de algún que otro lance al jabalí, no les ha hecho el menor caso y yo no he intentado picarle. Solo conseguiría que se llevase un navajazo. Y yendo, como voy, con un solo perro en mano, creo que poco voy a hacer contra un jabalí. Tirarlo si puedo claro que lo tiraré, pero no le exigiré al perro que se comporte como un perro de agarre, porque no lo es. Tampoco voy a exigir a un mastín que se meta en un zarzal a sacar ese conejo o que me cobre un pato en una charca con el agua helada.
Otra virtud más que admiro de As es su solidaridad, concepto exclusivamente humano en principio, que explicárselo a un perro o a ciertas personas es harto complicado. Esta temporada he cazado en mano con algún otro amigo que actualmente no tiene perro, pero As, que conoce a este amigo hace años, se dio cuenta del tal circunstancia, y aunque parezca surrealista, As fue solidario. Pese a que la mano era muy abierta, As movía terreno delante mío y del compañero sin ordenarselo. Otra cosa era cuando levantaba un conejo al compañero y este lo abatía, As como deber ser, se lo entregaba a su dueño, a mi, que es el que le da jamón.
Otra virtud más, y no se cuantas van ya, es la obediencia, pero que esta palabra se podría desglosar en palabras como respeto y educación para una mejor comparación con las personas. Dicen que los perros entienden más de un centenar la palabras, seguramente As no conozca tantas, pero sabe el significado de muchas de mis palabras, que le repito al salir de caza: cobrar ese conejo, traerlo, estarse quieto, etc, etc. Muchos humanos que llevan una escopeta entre las manos, muy diferente a decir que van de caza, aún sabiendo el significado de varios miles de palabras en castellano, en la práctica no aplican su significado en acción de caza:
-No tiréis a las palomas cuando entren mejor al puesto del vecino.
-Estaros en el puesto hasta tal hora, no os mováis antes del puesto.
-No os adelantéis a la mano (yendo a conejos) que es peligroso por los tiros.
Pues insisto, pese a haber ido muchos a "colegios de pago", todo ese dinero invertido por sus padres ha sido el balde, al menos en la asignatura "respeto" y sobre todo en la asignatura "educación" y ni entienden ni tienen en cuenta tus palabras. Ah bueno, que esta última palabra, educación, no solo se aprende en el colegio, sino que se perfecciona con el trato diario. Será por eso que As, que trata mucho conmigo, es muy educado en su comportamiento cinegético.
Otra virtud más, que aprecio mucho, comparada dicha virtud con el género humano, es la afición por la caza menor. Esto me lo comentaba un amigo, (el mismo que iba sin perro y As, solidariamente, cazaba para mí y también para él) y es que: lo que más apreciaba de un perro era que tuviera mucha afición por la caza. Esto no se aprende, se nace con ella o no. Artificialmente puedes forzar vía adiestramiento que el perro te busque o te cobre una pieza de caza, pero si el perro de por sí ya sale al campo con estas mimbres, pues tenemos mucho ganado. Esto no ocurre con muchos humanos. Se me ocurren varios ejemplos de humanos poco aficionados en la práctica, aunque en el bar o durante el taco, escuchándoles uno se piense que está ante el Rafa Nadal de la escopeta. Pero que a la hora de la verdad, no dudan en abandonar la jornada de caza ante la más mínima inclemencia climática o simplemente por aburrimiento. O que no insisten en encontrar esa pieza herida, cosa impensable para un buen perro. No solamente hablando de caza menor, tienen miedo a hacer una espera al jabalí por la ausencia de luz. Normal, es lo que tiene la noche. Oscuridad e incertidumbre, circunstancias que a mí me encantan en esta disciplina. Aunque diré que soy solo un aprendiz de la caza al jabalí a la espera, únicamente con la luna como ayuda y alguna vez que otra con la grata compañía de As.
Es difícil saber lo que piensa un perro durante la jornada de caza, lo primero teniendo en cuenta que nosotros pensamos en el idioma en que hablamos. Un perro no habla, solo le faltaría eso para ser perfecto. Pero se da cuenta de todo durante un lance de caza. Si ha visto como has bajado esa torcaz que sobrevolaba el puesto, irá directo al final de la tirada, aunque haya transcurrido un buen rato a la zona donde cayó a buscar y cobrarte dicha torcaz. También se da cuenta de que durante una jornada de palomas en el puesto, ha de estar quieto y observando atento al cielo. Suelo colocarlo frente a mí. Siempre estoy atento a la zona más querenciosa por donde te puedan entrar las palomas. Pero al colocarle de frente As a mi me chivará con su mirada si alguna ave me entra por la espalda. Verle fijar la vista en algo que cruza es de gran ayuda. De momento te avisa de cualquier ave, paloma o rapaz, sería la leche que solo se fijara en las piezas cazables, pero para eso está uno para no tirar sobre una rapaz o cualquier otra ave protegida.
Dicho lo anterior, por un momento voy a intentar ponerme en la piel de este perro. Qué le pasará por la cabeza cuando tras un trabajo incansable, saca un conejete de entre las zarzas o piedras y ve como le fallo miserablemente. "Ya lo ha vuelto a fallar" pensará.
Muchos me han tachado de pesado cuando les hablo de este perro, seguramente lo sea, no lo negaré. Cierto es también que esos mismos críticos ansiarían tener un perro algo parecido a este. Que sea un trabajador incansable, listo y obediente. He de decir que este perro es responsable en un alto porcentaje, altísimo diría, del éxito de mis jornadas de caza. Sin un perro, cualquier cazador coincidirá conmigo, no se disfruta igual de la jornada. Por ejemplo verás una ínfima parte de conejos al no tener un ayudante que te los levante. Y el que veas y puedas tirar te saldrá de los pies por mera casualidad. Siendo esto a un mero ejercicio de puntería, no un ejercicio de caza, como al menos lo entiendo yo.
No se me ocurren más situaciones que sirvan para mostrar el carácter de este perro. Muchos que lean todo lo anterior y mis reflexiones de la forma de actuar de As comparándolo con el ser humano, digo muchos puede que se sientan identificados y seguramente me odiarán al ver como quedan por debajo de un perro. Creo que históricamente se ha ninguneado a nuestros compañeros caninos. Pero tengo que decir que personalmente cada vez tengo más cariño a mi perro cuando en la vida diaria me topo por actitudes humanas rastreras y despreciables, que pocas veces verías en un perro, y si las tuviera seguramente sería condicionado por el amo con el que convivió, que ya sabemos que todo se pega.
Autor: Carlos Rubio
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AS... protagonista del relato |
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