Se acaba la temporada de pesca, las temperaturas han bajado y atardece más temprano. Los pocos tramos pescables que hay disponibles han soportado una gran presión de pesca a estas alturas, por lo que es complicado buscar un buen escenario de pesca. Esta vez estuvimos en el embalse de Santa Teresa, situado en el río Tormes. Llevaba unos 8 años sin visitar este escenario en busca de ciprínidos.
Junto a Miguel probamos suerte, buscando una posible caída de hormiga tras las últimas lluvias, que animara sobre todo a los barbos, pero llegamos tarde. Fuimos testigo de los restos de hormigas de una anterior caída.
Lo más destacable del día fue el exceso de viento que hacía difícil lanzar la cola de rata, ver los peces, y que estos tomaran las imitaciones con tanto viento. Salvamos el "bolo", pero ciertamente el día pudo ser mejor, los escasos peces que vimos eran muy reacios a nuestras moscas, y solo las hormigas despertaban algo de interés lo que certifica que aún recordaban la caída de hormiga antes citada..
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| Carpa que engañó Miguel |
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| Barbo que tomó la hormiga de Miguel |
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| Mini barbo, muy peleón por cierto |
Debido al intenso viento y los pocos peces predispuestos, decidimos no apurar hasta tarde, y aprovechamos para visitar el muro de la presa de Santa Teresa y la imagen de la Santa que hay contigua
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| Miguel observando al Tormes desde el muro |
La anécdota del día fue encontrarnos este dron a orillas de pantano, Miguel se topó con él. Alguien lo perdería...
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