Por fin llegó la tan deseada apertura. Por un lado uno tenía ganas de salir al campo con el perro y la escopeta, pero por otro lado tenía ciertas dudas ante este día; por la aparente escasez de caza y por el lluvioso día que tendríamos. Pero cierto es que hemos pasado una entretenida jornada. Con numerosos lances, sobre todo con la pluma. La mañana comenzó muy pasada por agua, pero el cielo nos dio una tregua. Aunque el conejo escasea si tuvimos algún lance, tanto un servidor como Javier y Mario, compañeros hoy de caza. Pero lo que al menos a mi me alegró la jornada fueron los azulones y la gran cantidad de zorzales de paso que vi. Al final un par de azulones y un zorzal... La anécdota, previa a la apertura, fue que engrasando la escopeta del 20 detecté una avería en el selector de tiro, pero pude arreglarlo desmontando la báscula y apretando el pasador de dicho selector, que se había soltado. Por último comentar que me dio cierta rabia ver como habían destrozado una de las señales de